sábado, 25 de julio de 2009

La cascada de mi huerta


.....No me gusta pasar mis ratos libres atendiendo una huerta. Pero tener un padre de ochenta y siete años que se empeña en cultivar sus propias patatas, obliga a la colaboración, aún a regañadientes.
.....—Si en mi vida he comprado patatas —dice— no las voy a comprar a mis años.
.....Y allí estuve yo el pasado sábado asesinando a la madre naturaleza. Que me perdone.
.....De esta labor obligada nace también una satisfacción. Mi huerta está situada en una revuelta de un riachuelo en una zona de terreno escalonado. El agua salta ruidosa creando una pequeña cascada. La cascada de mi huerta. Una cascada casi para mí solo. La relajación para mis ojos en sus espumas, el aislamiento de cualquier otro sonido (las más de las veces ruido). Sólo el canto del agua y el de algún pájaro que de cuando en cuando se superpone.
.....Las truchas hace años que desaparecieron.
29 de mayo de 2008

1 comentario:

  1. Pues me encanta tu cascada, ojalá tuviera una en mi huerta.
    No comprendo porqué no te gusta continuar la tradición de tu sabio padre. Yo soy joven y he seguido la del mío. Lo mío es la tecnología, claro, pero los pies a la tierra con mi pequeña huerta. Da tremendas satisfacciones, es hermoso ver crecer tu siembra. Ojalá le tomes cariño a la huerta como yo a la mía.
    Un abrazo!

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